domingo, 13 de enero de 2008

La Hemorroisa

Aquí empieza este blog, ¿porque este título? por la Hemorroisa del Evangelio según San Marcos, (Mc 5, 25-34 ) y San Lucas (Lc 8, 43,48) que dice textualmente (citamos a San Marcos):

[25]Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, [26]y que había sufrido mucho con muchos médicos y había gastado todos sus bienes sin provecho alguno, antes bien, yendo a peor, [27]habiendo oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y tocó su manto. [28]Pues decía: «Si logro tocar aunque sólo sea sus vestidos, me salvaré.» [29]Inmediatamente se le secó la fuente de sangre y sintió en su cuerpo que quedaba sana del mal. [30]Al instante, Jesús, dándose cuenta de la fuerza que había salido de él, se volvió entre la gente y decía: «¿Quién me ha tocado los vestidos?» [31]Sus discípulos le contestaron: «Estás viendo que la gente te oprime y preguntas: ""¿Quién me ha tocado?""» [32]Pero él miraba a su alrededor para descubrir a la que lo había hecho. [33]Entonces, la mujer, viendo lo que le había sucedido, se acercó atemorizada y temblorosa, se postró ante él y le contó toda la verdad. [34]El le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu enfermedad.»

Esto que aquí se escribe no es algo que surja de mi intelecto, este año, durante el encuentro de jóvenes de toda Europa con el Papa Benedicto XVI en Loreto y luego, en el encuentro con el iniciador del Camino Neocatecumenal, Kiko Arguello, Kiko entregó este canto a las Comunidades, y estas palabras también son para nosotros: somos mujeres impuras pero nos podemos salvar, con la Fe.

Por y para todas las mujeres impuras, que quieren salvarse (yo incluído) ahí va este blog, la Paz con vosotros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece que no ha entendido en absoluto este pasaje de la Biblia. Esta mujer no era pecadora. ¿Qué tendrá que ver una metrorragia con el pecado?
Era desde las normas absurdas impuestas desde la religión que la calificaban como tal. Y esto es lo que Jesús pone de manifiesto. Ella se salta las normas al tocarle el manto.

HILDALE dijo...

La enfermedad del alma no solo de la mujer sinó de todos los seres humanos, es algo que podemos curar con solo depositar nuestra confianza en el poder salvador de Jesus. Su palabra sanadora del dolor humano y portadora de felicidad es el poder que emana de su dulce manto. Cierra tus ojos y sientete hemorroisa, toca su manto con tu fé y serás feliz. A mi me dijo eso el pasaje que leí en la biblia.